Clàssic Club Viladecans

Hace ya algún tiempo, varios vecinos de esta localidad soñaban con crear un club de amigos donde compartir su afición común, los vehículos clásicos.

Pero como suele suceder, era un sueño propio e intimo de cada uno de ellos, algo en lo que piensas cuando vas a una concentración, a una feria de clásicos, ves un reportaje en la tele…, pero que nunca te arrancas a desarrollar ni a comentar con los amigos, salvo en una terraza delante de un café o en algún corrillo en una concentración.

Todo esto cambió un buen día, de la manera más casual posible. Iba yo un buen día paseando por una calle de mi barrio, cuando me tropecé con un SEAT 600 en la puerta de un taller. No pude evitar acercarme a la puerta y comentarle al hombre que había allí, con su inconfundible aspecto de mecánico, si ese coche era suyo. “no” – me respondió – “es de un cliente que lo ha traído para reparar”. “ el mío lo tengo en el garaje, junto al 2 CV”. Acto seguido, sucedió lo que tenia que suceder, empezamos a hablar de clásicos, le conté que estaba montando una concentración de 600 en el barrio, me dijo que algo había oído, y así, hablando, hablando, se nos paso el rato, pero en esa primera conversación, ya se había encendido la chispa de los que seria el Club que nos ocupa actualmente. Todo esto sucedía a mediados del mes de abril del año pasado, el 2008.